Bueno un poquito sí. Quiero recordar que mañana es el Festival de Fantasía de Fuenlabrada y mañana participo yo. El sábado también estará, así que si os podéis pasar alguno de los dos días estaría bien. Si ya venís mañana y compráis un ejemplar de Hisnal, hasta os lo dedico jeje.
Y ahora sí, la historia.
El humano y el duende.
Él era un simple humano que había
aprendido a manejar la espada para poder ganarse la vida. Su amigo y compañero
era un duende de otras tierras. Se habían conocido en un puerto al que el
pequeño ser había arribado. Fran, el humano, aún recordaba el clima que hacía.
Era un día ventoso y el puerto estaba casi vacío porque los marineros, o habían
salido ya a faenar, o no tenían pensado hacerlo. Escuchó ladrar a un perro, y
se acercó con cierta curiosidad. Y entonces ahí vio a Hilu, subido a unas cajas
sin apartar la vista del animal y buscando con la mirada alguna vía de escape
que no encontraba. Fran gritó y lanzó un guijarro cerca del animal para
asustarle, éste se giró en su dirección y al verle aproximarse armado con otra
piedra, echó a correr. El duende, paralizado por el miedo, permaneció subido a
las cajas un rato más.
—Baja, ya se ha ido –le comunicó él
con una sonrisa en la cara y tendiéndole los brazos–.