29 abr 2014

Mirando el tren

Con dos días de retraso, que ayer lo iba a escribir y me puse a otros temas y se me fue. Así que aquí os dejo el microrrelato, inspirado en una escena que vi ayer.

Era por la tarde y aquel día sus abuelos le sacaron de paseo. Le llevaron al parque para que jugase un rato y luego fueron a cruzar el puente sobre las vías del tren. Él quería ver y le pidió a su abuelo que le cogiese para poder asomarse por encima del muro que impedía que la gente se precipitase a las vías. El niño miró y vio aproximarse al tren. Lo señaló e hizo gestos a la abuela y al abuelo para que mirasen. Ambos miraron y cuando el tren se acercó a ellos, justo antes de pasar bajo las vías, el maquinista pitó para saludar al niño.

27 abr 2014

Disculpadme, pero estoy cansado

Hoy tendría que subir un microrrelato, pero no lo voy a subir. He tenido un fin de semana muy ocupado y sin apenas tiempo de nada. Así que mañana os traeré el microrrelato correspondiente para hoy.

También tengo que pediros perdón, porque tenía una sorpresa preparada que no ha podido ser, no sé si porque soy nulo con la informática o es que está mal. De todas maneras, procuraré traerla más adelante para que así podáis disfrutar todos y todas de la sorpresa.

Espero que hayáis pasado una buena semana, y que entréis bien en la semana que empieza mañana.

Hasta luego.

26 abr 2014

El regalo de Gálivich

¡Hola! No sé si os fijasteis que este jueves no ha habido relato. La verdad es que por poco no lo hay en toda la semana. He tenido una semana un tanto ajetreada, y se me olvidó. Por suerte esta semana toca entregar el ejercicio de Adictos a la Escritura. El ejercicio consiste en seleccionar un personaje de entre tres que ofrecen, y escribir una historia en la que aparezca como protagonista.
Los tres personajes han sido:
 
-Ramón: un tanatopractor a punto de jubilarse.
-Isabel: una adolescente en su primer día de instituto.
-Gálivich: un troll que vive debajo de un puente.
No iba a participar, más que nada porque no me daba tiempo. Ayer sin embargo se me ocurrió una historia. Como sabéis, me gusta complicarme la vida muchas veces, y esta ocasión no iba a ser menos. En vez de tomar a un único personaje, decidí tomar a los tres y crear una historia en la que apareciesen. Esta mañana en el trabajo he estado pensando en la trama, y ya la tengo medio ideada. Pero como no me iba a caber en dos páginas, voy a escribir el relato por entregas. De momento, ésta será la primera entrega y la siguiente semana imagino que colgaré la segunda parte. La de hoy es algo cortita porque no tengo mucho tiempo (esta vez ni siquiera he podido revisarlo, así que habrá erratas). Iba a escribir para hoy lo que sería la segunda parte, pero he querido hacer una introducción de la amistad entre Gálivich e Isabel, así que he ideado este relato corto. Espero que os guste, y la semana que viene habrá más.

 
 
El regalo de Gálivich
 
Gálivich era un troll que había cruzado el portal por error hace unos meses. Acabó en otro mundo diferente al suyo original. Cuando apareció, pequeñas criaturillas chillonas corrieron huyendo de él. Al verlas, pensó que se trataban de infantes de alguna especie de su mundo natal. Pero no tardó mucho en descubrir que no era así. Al ver que todos gritaban y escapaban de él, fue a esconderse a alguna cueva. Mas en esa tierra, no había ninguna, así que acabó viviendo bajo un puente abandonado. Allí conoció a Isabel, una chica humana de no más de trece años. Supo que lo que llevaba consigo en las manos cuando la conoció era una flauta. Con ella había producido aquella melodía que le cautivó. Isabel no era como el resto de su especie, por lo visto, los demás podían ver, pero ella no. Quizá, ése fue el motivo por el que no huyó cuando se percató de su presencia. Él era tan diferente a esos seres de ese mundo nuevo donde estaba… Pero también era diferente a los duendes, a los grifos, a los unicornios, y a otras muchas criaturas, y pocas en su mundo salían corriendo y gritando al verle. Isabel iba acompañada de Rober, una criatura de otra especie que ayudaba a la chica a desenvolverse por ese extraño mundo. 

25 abr 2014

Seres féericos II


¿Cuántas veces había recorrido aquel bosque? Y en ninguna de ellas supo que las hadas y los gnomos le vigilaban cuando pasaba a su lado. Miraban desde el refugio de las flores, escondidos entre los arbustos, desde la copa de algún árbol. Tantos eran los escondites que podían usar, que pocos humanos habían logrado verles. Si en algún momento a alguno se le ocurría buscarles, también podían volverse invisibles, su magia les permitía hacer eso y muchas más cosas. Una vez tuvieron que hacerlo para esconderse de un hombre que quería atraparles y exhibirlos en ferias. Pero por fortuna para ellos, unos pocos niños y niñas, supieron de las intenciones del malvado adulto y consiguieron avisarles. Ellos eran los amigos que las hadas y los gnomos habían hecho una vez que se dejaron ver.

24 abr 2014

Un único motivo

Ayer fue el día del libro, ¿pero pensabais que la maratón había terminado? Pues no, no ha terminado. Hoy el microrrelato que os traigo ha sido improvisado, y lo he escrito de una manera muy resumida. No quería extenderme y convertirlo en un relato De todas maneras, estoy seguro que la persona a la que va sutilmente dedicado, lo reconocerá sin demasiadas complicaciones jaja.


23 abr 2014

Rufi

Hoy es el día del libro. Además, prosigue la maratón de microrrelatos. En España esta entrañable fecha coincide con San Jorge, y en algunos lares es costumbre regalar un libro y una rosa. Por ello el microrrelato de hoy tiene de protagonista a un chico llamado Jorge. Espero que os guste.


22 abr 2014

Homenaje II

Es la hora del microrrelato de esta semana. Al igual que el de ayer también está basado en un nanorrelato de la semana pasada. Esta vez, no hay toques fantásticos, sólo realidad y sentimientos. Espero que os guste.

21 abr 2014

Confianza II

Empieza un nuevo lunes y nueva maratón. Esta semana tocan microrrelatos. El primero de ellos es de toque 
fantástico y aquí viene.

20 abr 2014

Seres feéricos

Con algo de retraso, pero aquí estoy con una nueva entrega. Ya ha llegado el domingo y finaliza la semana de nanorrelatos. El nanorrelato de ayer tenía temática fantástica, y éste que toca hoy, también.

¿Cuántas veces había recorrido aquel bosque? Y en ninguna de ellas supo que las hadas y los gnomos le vigilaban cuando pasaba a su lado.

18 abr 2014

Homenaje a Gabriel García Márquez

Ayer os prometí el relato que no colgué. Tenía pensado escribir sobre algo diferente. De hecho esta tarde aún seguía pensando en escribir algo distinto. Pero, aprovechando la triste ocasión, he querido rendir un pequeño homenaje a mi manera a Gabriel García Márquez. He usado el comienzo de una de sus obras más conocidas (la que por lo visto era su preferida), y a partir de allí he escrito un relato intentando incluír en él el realismo mágico. Espero que os guste mi humilde homenaje. Como lo acabo de escribir no he podido hacer una revisión muy profunda, así que lamento si se me ha colado algún error.

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. Era abogado, muchas veces su trabajo consistía en asesorar a uno de los dos miembros de la pareja cuando se producía la ruptura legal. Vivía en una eterna contradicción, él era una romántico, de esos que aún creían en el amor verdadero. Sin embargo, ayudaba a las parejas a separarse. No es auténtico amor lo suyo, decía para justificarse en la intimidad de su casa. Tras ello, tomaba un par de almendras amargas, una drupa por cada uno se los antiguos amantes. Tenían un sabor desagradable y le producían náuseas, por eso las ingería. Las primeras veces, cuando empezó con su peculiar hábito, tenía que escupirlas, pero con el tiempo logró acostumbrarse. Era su peculiar castigo por atentar contra el amor, por justificar su acción, y porque no le gustaba lo que hacía. Pero eran tiempos de crisis, y tenía que agarrarse a lo que podía para llevar dinero a casa. En su hogar, le esperaba Laura, el fantasma de un amor pasado. Con ella compartía las solitarias noches de cada viernes mientras acompañaba la velada con una taza de té.

Interaron acorralar al unicornio

Hoy se viene doble entrega. Ahora os dejo el nanorrelato y luego cuelgo el relato. 

Se valieron del corazón puro del niño para intentar acorralar al majestuoso unicornio. Pero por suerte para el animal, pudo escapar antes de ser apresado.

17 abr 2014

Esa puerta

No he podido conectarme. Ahora estoy desde el móvil. Os dejo un nanorrelato y mañana cuelgo el relato.

Cada vez que pasaba frente a esa puerta, recordaba su primer beso y sonreía.

16 abr 2014

Grandeza

Les permití tantas veces que me subestimasen, que olvidé mi grandeza.

¿Y tú, te has olvidado de la tuya?

15 abr 2014

Homenaje

Prosigue la maratón de nanorrelatos.

Todos los días el chico acudía a echar pan a los pájaros del parque, ése era el homenaje póstumo a su abuelo.

14 abr 2014

Confianza

Como se acerca el día del libro se me ha ocurrido retomar durante esta semana la costumbre de subir un nanorrelato al día. Aquí tenéis el primero, mañana más. ¡Y la próxima semana sorpresa!


Tomó sus manos entre las suyas y le pidió que confiase en ella.

10 abr 2014

El último adiós

¿Os acordáis del relato de hace dos Jueves? Fue Barco en una botella . Lo había escrito como parte de un ejercicio de Adictos a la Escritura. Yo había escrito un comienzo que al final no fue continuado. Pues ahora lo ha sido, lo he continuado yo mismo. Lamento si hay alguna errata o algún error porque lo he escrito hoy y la revisión no ha sido muy allá. Es un tanto melancólico lo que ha surgido. Cuando escribí el comienzo recuerdo que pensé en otra historia, pero ahora cuando me he puesto a continuarla ha salido ésta. Espero que aún así os guste, porque no es mala tampoco.

Aunque esta vez he escrito yo toda la historia, he puesto en cursiva la parte que envié para que fuese continuada.

Se giró cuando pasó a su lado y se quedó mirándola fijamente mientras ella continuaba caminando. Su cara le sonaba de algo, pero no sabía exactamente de qué. ¿De qué podía ser? Había tenido que verla en algún lugar antes. Sí, esos ojos azules le eran familiares, había visto en algún lugar aquella tonalidad gris en ellos. Se había encontrado con ellos previamente, antes de volverlos a ver paseando por aquella calle. Pero no eran sólo sus ojos, su cabello castaño también le era familiar. Sabía que en algún lugar de su memoria conocía su nombre, pero no lo recordaba. Se preguntaba mientras la miraba de qué le sonaba aquella chica. Entonces se giró rápidamente, porque notó que la chica se giró para mirarlo. No quería llamar su atención, así que dio media vuelta y comenzó a andar. Ella le había mirado. ¿Quizá ella le reconociese de algo? ¿Sabía ella quién era él y de qué se conocían? Comenzó a andar dándole vueltas en su cabeza a estos pensamientos, pero no se volvió a girar hasta un poco después, cuando creía que ella ya no le miraba. Mas no era así, la chica se había quedado mirándole, al igual que él se había quedado mirándola a ella. Y al igual que él, ella se giró hacia el otro lado cuando presintió que él iba a girarse para mirarla, lo sabía porque la había descubierto en pleno giro. Ella empezó andar y él la miró una vez más antes de darse la vuelta y continuar por su camino. Era todo muy raro, pero había algo en su interior que le decía que no se acercase a aquella chica de ojos azules.

3 abr 2014

Ya ves

Este poema está dedicado a todos aquellos que se han enamorado en silencio.

Ya ves

Ya ves, qué tonto fui,
por temor a perderte, callé.
Y ahora te veo de otro enamorada,
de otro que yo no seré.